martes, 12 de junio de 2012

Pagar a los héroes

El telediario de las tres es una edición televisiva de El Caso. Fianzas, imputaciones, estafas, investigaciones. Lo que ocurre es que los que están señalados no son malvados empresarios sin escrúpulos o determinados chorizillos de barrio. No. Se habla de portavoces, presidentes de consejos, accionistas mayoritarios y conseguidores. Vamos, que ni el Berlanga más ingenioso hubiese estado a la altura de tal despropósito nacional.
Mientras el informativo de TVE da cuenta del parte diario de imputados con chaqueta, recuerdo un comentario que me hacían meses atrás. "Mi madre me decía que estudiase para llegar a concejal o  ministro. Ahora yo le digo a mi hijo que le de a los libros o se quederá en concejal o ministro". Crudo e ingenioso.
Hay quienes si han estudiado, estudian y estudiarán. No son concejales ni ministros; lo suyo es otra guerra. No están en un tribunal y si vistieran de corto podrían ser considerados como auténticos embajadores de España ante el mundo.
Antes al contrario, les dan vergüenza los focos y las cámaras. Algunos son tan despistados como geniales; otros se asustan si reciben la llamada de un periodista y responden a los estereotipos sobre su profesión.
Pero son los verdaderos héroes de este país. No hacen diabluras con un balón en los pies. Reconstruyen caras, hacen trasplantes imposibles, buscan tratamientos contra la leucemia o el SIDA y desarrollan quimioterapias no agresivas contra el paciente. Son genios de la física cuántica y bucean en el pasado del hombre. Explican y entienden los neutrinos o la velocidad de la luz porque pertenecen a la rara élite capaz de interesarse por la millonésima fracción de un segundo, y convencernos al resto de los mortales de que vale, y para mucho. Son capaces de hacer que este país no sólo sea campeón en paro o fútbol; también en energía solar. Y en sus manos están, por ejemplo, algunos de los proyectos más ambiciosos de la historia de la aeronaútica mundial.
Se llaman Carlos López Otín, Pedro Duque,  Javier Martínez Picado, Ignacio Cirac, Pedro Cavadas, Rosario Sánchez Martín  y un larguísimo etc. A mi no me levantan del sofá como Gasol, Iniesta, Contador,  Alonso o Nadal, pero me despiertan sincera admiración. Y a punto de concluir  la campaña de la Renta, en esta España que se comió las uvas con vientos chaviztas y que ahora es la más liberal de los liberales, acabo con un lamento. El Gobierno de mi país, teóricamente liberal, me obliga a dar parte de mis impuestos al propio Gobierno, a oenegés de las que me fio sólo en algunos casos o a la Iglesia de un Dios con el que me peleo a diario. Quiero que, algún día, me dejen dar dinero a la ciencia de España. A los verdaderos héroes de este país. He tenido el honor de hablar sobre su trabajo con alguno de los antes mencionados, y otros más. Les prometo que con que sólo uno de ellos consiga su objetivo, habrá merecido la pena.

2 comentarios:

  1. A mí los que no me levantan del sofá son los que os levantan a vosotros. Pero alguno de esos sí que logró levantarme, y la quedo muy agradecida. Buen artículo. Salud.

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