sábado, 5 de marzo de 2016

Había una vez un circo

La oferta más comentada de la última sesión de investidura resultó ser la de Pablo Iglesias cediendo su despacho para facilitar encuentros en la tercera fase entre el Tarzán de Podemos y Andrea Levy. Pedro Sánchez recordaba al Rocky primigenio, con la cara como un Ecce Homo pero saludando al respetable. Patxi López, Rafael Hernando y Joan Tardá daban una lección de cuñadismo parlamentario mientras Albert Rivera se empeña demasiado en la 'suarización' de su propia imagen. Rajoy sigue tocando el violín sin ver el iceberg por el costado -hilillos de hielo lo llamaría el- y Gabriel Rufián demostró que las matemáticas no solo no son exactas sino también interpretables en su referencia al 27 S. Entretanto, Aitor Esteban, al que creo el cuerpo le pedía votar Si, soltaba el "Bilbado" -si hubiera sido del sur, no quiero ni pensar el despiporre- y el Grupo Mixto se deshacía entre halagos a Sánchez, peticiones de aparcamiento para el/la  unicornio/a bajo el arco iris y un par de versiones 2.0 del Santiago y cierra España. Y me imagino a alguien ciscándose en que, entre el invierno que hemos tenido y lo que están tardando estas criaturas, cuando tenga tiempo de ir a Baqueira va a encontrar menos nieve que en mi congelador
Este es el nivel. Así está el patio. Mientras, el país empieza a darse cuenta de que está paralizado. Tengo amigos que se han encontrado con que gestiones rutinarias y grises de hace un año ante Madrid (Mordor, según Homs) se han encontrado con un "espera". Las mismas gestiones que hace unos meses eran cuestión de cinco minutos.
Lo peor de todo esto es que se ha demostrado que, o hay mayorías amplias, o este país es ingobernable. Que Sus Señorías se empeñan en ver quien la tiene más largo o más retuits (tanto monta) mientras vamos ya camino de unas Elecciones que nos van a costar unos cuantos millones de euros y tirar 2016 por la borda. Qué como estén esperando a un país miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, el G20 y la OTAN para solucionar la crisis de Siria van apañados y que tenemos una política más de flash y titular inmediato que de contenido y negociación. Viendo el panorama, supongo que votaremos el 26 de junio. O seremos llamados a las urnas, que no es lo mismo ¿Captan?

No hay comentarios:

Publicar un comentario